jueves, 5 de mayo de 2011

Finding my way back


Okay, esto no está funcionando. Paso meses sin escribir ni una a y cuando finalmente decido que no publicaré más ¡Puff! La llama renace. ¿Tendré que satisfacer los caprichos de mi mente? Pensándolo bien, creo que no debería abandonar lo que he estado haciendo, y me importa que me llamen showsera*. Definitivamente estos minutos en la noche en los que agarro un lapicero y me desquito con el papel son los que me regalan una noche tranquila, sin pensamientos que ronden en mi cabeza (no sé los hombres, pero las mujeres siempre estamos pensando en algo por más insignificante que sea) porque lo he escrito todo.

Es esta manera de expresarme la que me aleja de la locura. Siempre estoy haciéndome preguntas, encontrándole la razón a todo (en serio a todo, ¡no podrías vivir un día en mi cabeza!), analizando cada comportamiento y cada acción. Siempre yo y mi mente tratando de estúpidamente entender el porqué del mundo.

Si mis opciones son reivindicarme y recontratar mis musas o ser egoísta y quedarme con mis pensamientos, optaré por la primera por mi propia salud mental. Así que, les guste o no, me quedo, vivan con ello. Y más que un capricho, esto es una meta que me propuse. No perderé las alas que me han dado las palabras, no seré pato sino águila. Además, no quiero dejar de sentir la libertad que siento al convertir pensamientos en letras.

No puedo abandonar este espacio, pues esto es quien soy. ¿ Podría yo vivir sin una parte de mí? Inconscientemente elegí el nombre y resultó ser perfecto.

P.D.: De no haber sido porque Dios puso el blog de Nadia en mi monitor, posiblemente nunca hubiese llegado a esta conclusión. Una vez más, gracias Nadia.

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