"Aquí va un año más, ¿o quizá un año menos?"
Me pregunto qué
quiero para este nuevo año y varias ideas surgen en mi mente. No es que mi mente
sea el espacio más ordenado del mundo, tengo demasiados detalles guardados allí
que a veces salen de su lugar.
Sé que quiero
sentirme acompañada. Quiero sentirme bien con quienes me rodean, con quienes me
quieren y me brindan su tiempo, su cariño, su atención. Sé que por momentos
pareciera que hago una tormenta en un vaso de agua, pero necesito estas
tormentas.
Quiero aprender a
dejar a las personas partir. A dejar que tomen sus decisiones y respetarlas.
Quiero ser menos dependiente. Quiero que me importe menos sin llegar a ser
insensible. Ser menos vulnerable.
Quiero dejar de
pensar en otros y concentrarme en mí, en mis propósitos, en mis deseos, en mis
proyectos. Quiero hacer planes a corto plazo, reales, que pueda cumplir. Quiero
viajar, irme lejos. Quiero sentirme cerca de la naturaleza. Quiero tener íntimas
conversaciones con Dios.
Quiero sentirme
agradecida y poder expresar mi agradecimiento. Que no me falte tiempo, que no
tenga que vivir corriendo. Quiero liberarme de mis rincones oscuros. Quiero ser menos idiota cuando se trata de
enamorarme. Quisiera preocuparme menos. Dejarme llevar.
Quiero escribir,
garabatear, guardar mis memorias. Quiero conocer nuevas personas, nuevos
rostros, nuevos otros. Quiero llenarme de recuerdos. Quiero poder mirar atrás
dentro de un año y decir: Sí, vale la pena vivir.
