viernes, 26 de abril de 2013

Decídete a sonreir

Hace varias semanas que no escribo, pero una buena amiga me ayudó a tirarme del barranco. Además, son tantas las ideas encontradas en estos últimos días que sería un crimen dejarlas morir.

Ciertamente creo que he sido muy egoísta. Sí, lo admito. Cuando pienso en el alcance que podrían tener mis palabras, me aseguro a mí misma que no estoy dando lo suficiente...

Y es que quiero dar más, no quiero más excusas, quiero ser sal y luz, entregarme a la vida, abrazar fuertemente a mis amigos y ser capaz de hacer llover sonrisas. La razón de nuestro existir se esconde tras los gestos de amor y alegría. La risa es el mejor regalo que podrías hacerle a alguien, ¡compártela!, y verás cómo se multiplica.

Cuando pensamos en el tiempo pasado, la vida nos parece corta. En otras ocasiones, los días parecieran interminables. Sin embargo, la mayor parte del tiempo se nos va pensando en el tiempo. No nos detengamos a prever el futuro y abracemos el presente con ambos brazos. No hemos sido creados para sufrir, sino para vivir bienaventurados. Así que sencillamente decídete a sonreir, nunca sabes cuando se te acabarán las oportunidades.