"¿Dónde estaré mañana? No sé, solo el destino dirá. Intento controlar las cosas que me pasan, pero ellas hacen lo que quieren de mí mientras me quedo sin poder reaccionar".
Esta es mi época preferida del año. Amo el friito por las mañanas, el té de jengibre, el chocolate caliente, los muchos regalos que recibo y el espíritu de alegría a mi alrededor.
La frase de arriba me hace pensar mucho en el cambio que se espera cuando llega un nuevo año. Acaba un periodo y abrimos los brazos a un año nuevo en que esperamos renacer. Posiblemente dentro de 15 días sea poco o nada lo que nuestra vida cambie, pero hay que ver más allá de la proximidad. Cada inicio de año es una oportunidad de renovación, de sacar los trapos viejos, de darse un respiro, de estrenar una nueva etapa y de idear nuevos planes y proyectos. Nadie sabe a ciencia cierta qué le tiene deparado el futuro. Vale pensar que será un año esperanzador y que buenas cosas llegarán a nosotros.
¡Feliz navidad y próspero año nuevo hermanos!
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