Querer olvidar a alguien es sinónimo de evitar la música a toda costa. Es un doble sacrificio: hacer el ejercicio de olvidar y privarse de el más grande regalo del Universo. Pero, ¿qué otra salida hay? Si cada vez que prendemos la radio sólo encontramos dos cosas: estas canciones sobre el amor eterno o las muy de moda inductoras al sexo casual. ¿Quién dijo que sería fácil? Si no vuelves a abrir tu corazón con facilidad, no te culpo.
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