En seguida, mi realidad se transforma. Ya no soy yo, ni mis hermanos tampoco. Me abandono a Él para que haga de mí su voluntad.
¿Quién me dio esta misión? ¿Habré sido yo? ¿Habrá sido el mundo? Las cosas pasan rápidamente, y una decisión te lleva a otra. Si dudé, ya lo olvidé. Nos empujas hasta aquí con tus hilos invisibles.
Hay tantas cosas que desconozco. Como que no sé por qué escribo ahora. Sólo sé que Jesús es el mejor médico para mi enfermedad.
2do CMV en El Higüero
Julio 2012
PD: Leer entrada de agosto 2011 "Ojos Nuevos"
http://gabscepeda.blogspot.com/2011/08/ojos-nuevos.html
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