Cuando ya pensaba que estaba loca, encontré uno más loco
que yo. Y me di cuenta que mientras más pensamos y nos ahogamos en los
pensamientos del mundo, los ojos ajenos nos ven con más impertinencia.
No se nos enseña a pensar. Por esta razón, quien piensa en
pleno siglo XXI es percibido como una criatura extraña. Pero que va, todos estamos
locos al final…
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