perdona mi siempre estridente silencio,
en cálidas épocas vestido de hielo
mi corazón frío disfraza sus miedos
Quisiera razones tener,
mirarte y comprender,
mas entre tanto que dicen siento
el sentir se convierte en un no sentir
Y espanto las razones
o quizás sigilosas huyen de mí,
corren sin sentido, sin fin
sin conocer a donde ir
No las necesito, no las buscos,
razones para quererte, para tenerte,
para sentir tu presencia ausente,
presencia disipada con rapidez urgente
Este vacío de palabras llenar,
el sentir vacío de vivir y amar,
¿Quién la respuesta me dará?
¿Esta incontrolada tempestad será?
La brisa a veces habla,
a veces grita, a veces calla,
sus gritos incansables, sus risas incontrolables
no las descifro mas aparentan afables
No me pidas que entienda estas gotas
de lluvia, lágrimas amargas
reproducidas en tu envidiable seno,
insensible e insensato es aquello
¡Cómo odio las noches sin luna!
Sin estrellas, sin luces, sin dudas,
me lleno de este nada sentir
hasta que la razón regrese a mí.
Gabriela Cepeda
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