lunes, 27 de febrero de 2012

Jugando con el destino

No te las juegues con el destino o el destino se las jugará contigo. ¿Qué papel puede jugar el destino en nuestras vidas? Decimos yo soy quien soy, quien decidió ser yo y quien decide sobre mis actos. ¡Ajá! Sí, claro.

Dios, destino, designio divino o brujería... lo llames como lo llames, ahí está, esa fuerza que actúa directa o indirectamente para dar dirección a nuestros pasos. 

Por eso se me hace difícil responder preguntas sobre mi futuro. Por más que intente hacer planes a largo plazo, todo parece tan incierto. Es como empezar a escribir una novela. No comienzas escribiendo el final. Es más, no tienes ni la más remoto idea de cuál será el final.

Por más planes, proyectos o proyecciones que haga, al final puede que resulte todo lo contrario. Tan solo me voy agarrando de las circunstancias. No hay porqué volverse loco. ¿No sabes dónde te ves en 10 o 15 años? No te preocupes, nadie tiene esa respuesta a los 17 años... y los que dicen saberlo no hacen más que engañarse para sentirse seguros.

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