“Algunas personas sueñan con grandes logros, mientras otras
no duermen cumpliéndolos”.
(Anónimo)
(Anónimo)
Quienes
me conocen me han oído decir alguna vez que el fracaso es una bendición
disfrazada. Una vez escuché esta frase en una canción y desde entonces ha
marcado mi vida, mi actuar y mi pensar.
El emprendedor es “el que hace que las cosas
sucedan”. Puede sonar muy poético, pero el emprendedurismo no es más que el
arte de hacer realidad los sueños. Es convertir un sueño en realidad.
La
persona emprendedora se hace, no nace. Por esta razón, es importante educar una
cultura emprendedora y nutrir el espíritu emprendedor. Muchos jóvenes tienen
cualidades para emprender, pero ignoran sus habilidades.
¿Cómo
identificar un potencial emprendedor? Primeramente,
el emprendedor sobresale por su don de mando, su compromiso, su motivación,
perseverancia y decisión. Ésta última es otra de las palabras que siempre me
acompañan: decisión. Sin embargo,
quiero resaltar que no basta ser un soñador para emprender. Hay que prepararse,
adquirir conocimientos técnicos y tener discernimiento de ideas.
El
emprendimiento tiene un valor importante para la sociedad. No obstante, la
tarea de emprender implica superar una serie de barreras. La falta
de una idea concreta, de dinero, de capacitación, de seguridad, de motivación,
de experiencia son algunas de ellas.
Si
alguna vez emprendiste y no funcionó, vuelve a intentarlo sin repetir los
mismos errores cometidos. Recuerda: “El
fracaso te acerca al éxito”.