Queremos y buscamos diariamente que nos reconozcan, que valoren lo que hacemos y nos aplaudan por nuestros talentos. Esta búsqueda incesante de aceptación puede enfermar el alma. Tu sola existencia es suficiente, ámate y lo demás vendrá por añadidura.
Uno ama a quien conoce y para ser feliz plenamente hay que saber quiénes somos. Nos puede costar descubrirlo, pero debemos tener claro quiénes
 no somos. Aquí les va una lista:
a. 
No soy mi cuerpo.
b. 
No soy lo que tengo.
c. 
No soy mi inteligencia y mis ideas.
d. 
No soy mis miedos.
e. 
No soy mis sentimientos.
f. 
No soy mi personaje.
g. 
No soy lo que soy para otros.